Moli nos propone un último viaje, al desierto del Sáhara, cuando aterriza conoce a Moussa una niña "tuareg" que está perdida.
Mientras conversan y pasean por las "dunas", la niña le pide a Moli un poco de agua de su cantimplora, pero no le queda ni una gota; Moussa se da cuenta que a Moli le quedan unas cuantas almendras, y decide pedírselas para dárselas a su "dromedario", para que éste tenga sed y les guíe hasta un "oasis".
Al poco tiempo de continuar andando el dromedario da con un "oasis", en el que el abuelo de Moussa les está esperando; todo ha sido una prueba, para que Moussa, aprendiera a ser una auténtica "tuareg" en el desierto.
Moussa y Moli se refrescaron, y después, junto con el abuelo de Moussa se dispusieron a comer "dátiles" muy dulces de las "palmeras datileras" y a beber té, mientras charlaban sobre las costumbres de la vida en el Sáhara.
Nuestros Viajes con Moli has llegado a su fin. ¡Gracias Moli!, por todas las aventuras vividas y cosas tan interesantes que nos has enseñado.