El 20 de julio de 1969 un equipo de ingenieros españoles contribuyó en la aventura del Apolo 11. En la base de Fresnedillas, en Madrid, la NASA había instalado una antena para mantener la conexión entre los astronautas y Houston. Indicaciones técnicas, fotografías, el estado de los equipos y hasta los latidos del corazón de los astronautas eran recibidos en el centro espacial de la sierra. José Manuel Grandela, ingeniero controlador de la agencia americana, ha visitado a los alumnos de Primaria para contarnos muchas de sus experiencias vividas aquellos años.
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